La historia de amor entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa ha sido una de las más mediáticas de los últimos tiempos. La pareja ha pasado por momentos muy buenos y también por otros no tan buenos, pero siempre han mantenido un gran respeto el uno por el otro. Es por esto que hoy día la prensa del corazón se hace eco del inesperado primer acercamiento entre Isabel Preysler y su expareja, el escritor Mario Vargas Llosa en un famoso restaurante.
El lugar tradicional de Madrid donde se comen los famosos huevos rotos, fue testigo del nacimiento de una de las relaciones más famosas de la farándula. Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se conocieron en este restaurante en el que, según su dueño, iniciaron su noviazgo. Conocida por ser una gran anfitriona, la madre de Tamara Falcó también disfruta de salir a cenar a los restaurantes más renombrados de la ciudad, como Casa Lucio, al que ha acudido en varias ocasiones.
El acercamiento entre Isabel Preysler y el novelista tuvo lugar a mediados de los 80, cuando ella lo reporteó para la revista ¡Hola!. Posteriormente, se frecuentaron bastante junto a sus parejas en aquella época. La enfermedad del exministro Felipe González los acercó aún más, lo que permitió a Mario Vargas Llosa desarrollar sus dotes de conquistador con Isabel Preysler, de quien estuvo enamorado desde aquel primer encuentro.
La gastronomía de Casa Lucio, que está cerca de cumplir los 50 años de existencia, es una de las mejores de la ciudad. Y no es la primera vez que una relación sentimental de Isabel Preysler florece en una mesa bien servida. Fueron las lentejas de la periodista Mona Jiménez, en los años 70 y 80, la excusa gastronómica que unió a la ‘reina del papel couché’ con Miguel Boyer. Por eso, no es extraño que los huevos rotos del veterano hostelero hayan sido testigos de los primeros rubores del amor de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa.
La confesión de Lucio Blázquez
A pesar de que hoy ya no quedan rastros de esta relación, el lugar se ha convertido en un punto de referencia para quienes desean disfrutar de la buena comida en un ambiente agradable y distendido. Además, según Lucio Blázquez, Isabel Preysler es una persona encantadora, muy guapa y agradable, lo que le ha permitido convertirse en una cliente habitual del restaurante.